Álvaro y su mágico deseo
Érase una vez un niño de 10 años llamado Álvaro. Era un
niño muy educado y muy buena persona. Álvaro vivía en un pueblo muy pequeño
llamado Naviporta. Un día cerca
Navidad, lamentablemente su padre David falleció debido a una enfermedad
llamada cáncer de pulmón. El pequeño
Álvaro tras recibir la noticia que le dijo
su madre quedó devastado se fue corriendo a su habitación, lloró día tras día.
Con la única persona que hablaba era con su abuelo, debido a que desde pequeño
tenía una gran conexión, un día su madre le llevó a hablar con su abuelo, su
madre le dio un gran beso y un gran abrazo.Los dejó solos y se fue. Su abuelo
le dio un chocolate caliente ya que esa era su bebida favorita y se sentaron a
hablar su abuelo le dijo: “tú sabes que yo llevo viviendo muchos años, quiero
que me escuches profundamente porque estas palabras salen de mi corazón, nunca
te rindas, ten esperanzas, nunca dejes de perseguir tus sueños , lo que quieras
que se haga realidad coma no importas otra persona te dice lo contrario como…
nunca vas a lograr tus sueños porque los tuyos como los de otros niños puede que se hagan realidad.
Álvaro le dijo: “Muchas gracias abuelo tus palabras me han inspirado muchísimo
te amo”.
Su abuelo le dijo: ¿Qué te parece si pides un deseo para Navidad?
“Pero recuerda los deseos solo se piden cuando los pides de corazón”.
Álvaro dijo: “Es una excelente idea, muchísimas gracias”
le dio un gran abrazo y le dijo: “adiós abuelo ,te amo”. Se fue directamente a
su casa. Álvaro entró a su casa y le dijo hola a su madre la dio un beso y se
fue directamente a su habitación se puso a ver vídeos, de repente le apareció
un video de un niño diciendo que se le cumplió un deseo, escribiendo su deseo
en un papel y quemándolo. Álvaro pensó en el único deseo que tenía: poder ver a
su padre se durmió. Y nada más despertarse se preparó y sin decir nada a su
madre se fue directamente a casa de su abuelo, llegó y le dio un gran abrazo y
un beso. Le enseño el video. Su abuelo sin decir ni una palabra le agarró la
mano y se fueron camino al campo. Su abuelo preparó la fogata mientras Álvaro
escribía su gran deseo cuando ambos acabaron Álvaro dijo: “abuelo te quiero
decir mi deseo”, su abuelo dijo: “tranquilo ya sé lo que vas a pedir”. Álvaro
sin decir ni una palabra le agarró la mano y soltaron el deseo juntos. Se
dieron un beso. Y cada uno se fue camino a su casa. Cuando Álvaro llegó a su
casa, su madre aún no había llegado de trabajar. Álvaro entusiasmado porque
mañana era veinticinco de diciembre se fue a dormir. Se despertó y corriendo
fue despertar a su madre. La despertó se dieron un abrazo y se dijeron feliz
Navidad se prepararon y como todos los años se fueron a casa de su abuelo.
llegaron se abrazaron y se dijeron: “feliz Navidad. Se fueron a abrir los
regalos. Álvaro los abrió y aunque les gustaron mucho se dio cuenta de que no
estaba su deseo. Se miraron a la cara él y su abuelo. Su abuelo dijo no pierdes
la esperanza. Álvaro decidió ver si habían más regalos, pero no había ninguno
más, pero de repente un gran destello de luz le dio en la cara, era una bola
mágica que decía ábreme la abrió y estaba su padre podía hablar con él se quedó
fascinado. Álvaro dijo: ¡Abuelo tenías razón puedo ver y abrazar a papá!
Y a partir de ese momento Álvaro nunca se sentía sin su
padre y por supuesto nunca olvidó esas palabras de su abuelo.
Alex Delicata
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