Translate

miércoles, 9 de diciembre de 2020

CÓMO ESCRIBIR MI CARTA A MI YO DEL FUTURO.

 ¿Has llegado aquí buscando información sobre cómo escribir una carta a mi yo del futuro? ¿Buscando ejemplos de quien ya lo ha hecho?  

Si es así, te traigo las dos cosas: Mi carta a mi yo del futuro propia y algunas palabritas más para que uses esta carta a tu yo del futuro como lo que realmente es: un ejercicio de reflexión, un espacio de autoexploración, un encuentro contigo misma. 

✏︎ Una carta a tu yo del futuro como espacio de reflexión:


Porque sí, antes que todo, una carta a tu yo del futuro es siempre y antes que nada, un buen ejercicio de reflexión.

Es una forma de que unos años más tarde, puedas ser consciente de todo lo que has cambiado y puedas así poner en perspectiva esos cambios y avances de los que no eres consciente en tu cotidianidad. Pero sobre todo, como cuando escribes una carta a tu yo del pasado, sirve para poner el tiempo en perspectiva, para notar los cambios.

En mi caso, escribir una carta a mi yo del futuro me ha servido también para echar la vista atrás. Para ser consciente no sólo de todo lo que he crecido, sino también de que quizás, las cosas que hoy me parecen inalcanzables, puede que sean reales de aquí a unos años adelante.

Esta carta a mi yo del futuro me ha ayudado en mi caso a ver cómo lo que hoy tengo ahora o todo lo que he conseguido, era para mí hace 4 años inimaginable.

¿Quién me iba a decir a mí hace 4 años que tendría hoy un blog de viajes? ¿Qué habría recorrido a dedo sola durante 7 meses la mita de Sudamérica? ¿Qué habría tenido una relación durante más de 3 años con una persona de otro país y de una cultura distinta? ¿Qué la melena me habría llegado hasta la cintura? ¿Qué habría hecho amigos nuevos con los que luego he viajado? ¿Qué personas que me parecían entonces imprescindibles están hoy lejos de mi vida?

Te invito a hacer este sencillo ejercicio de reflexión, a escribir una carta a tu yo del futuro, o a tu yo del pasado. Es una buena forma de reflexionar, de poner el tiempo en perspectiva.

Sirve además para ver que lo que hoy nos parece imposible, puede ser mañana una meta cumplida. Que los agujeros negros no son tan negros y que pasan. Que todo se puede, que hay que ser constante y paciente y, sobre todo, que hay que creer en una misma porque el tiempo te enseña cuando miras atrás todo lo que has sido capaz de alcanzar. 

Yo, te dejo a continuación la carta a mi yo del futuro, íntima y personal, para que le eches un vistazo y veas hasta dónde te puede llevar. Al final del post, encontrarás algunos consejos y tips para escribir tu propia carta a tu yo del futuro.

Lápiz-nómada-blog-viajes-INFANCIA- carta a mi yo del futuro

✏︎ Carta a mi yo del futuro:


Querida Andrea,

Te escribo, o más bien me escribo, me escribo una carta a mi yo del futuro. Te escribo a ti, a la Andrea que seré dentro de 4 años.

Te escribo con Clementine, de Sarah Jaffe, de fondo. Seguro que no recuerdas ya el nombre de la cantante, porque es una de esas sugerencias de Youtube de la que solo escuchaste una canción. Pero estoy segura que la recuerdas si te pones a escucharla. Es la canción que descubrí en Mancora y que estuve escuchando en Replay en esos días que para mí fueron tan difíciles, tan confusos.

Y te escribo, te escribo porque ayer saqué el pasaporte, ese que tiene los sellos de los países de Sudamérica que en 2015 te lanzaste a recorrer sola. Y miré la fecha de caducidad, para saber si me dejarán renovarlo en la policía a pesar de que aún le queden más de 6 meses de caducidad. Y es que caduca en febrero de 2017. Y no sé si tienes el pasaporte aún guardado por ahí (seguro que sí, no creo que hayas cambiado tanto como para dejar de guardar todo lo que tenga páginas y contenga tu nombre o tus palabras). Pero si lo tienes por ahí, seguro verás en él la Visa que me dieron en 2012 para entrar a México. Esa que fui a sacarme a Barcelona mientras me quedaba en la casa de Dori y de Judit. Ese viaje en el que compré mal el vuelo y terminé volviendo en tren, si la memoria no me juega aún malas pasadas.

Fíjate que este fin de semana también estoy en Barcelona, también me he quedado con Judit, solo que en Girona y resulta que también vuelvo a Bilbao en tren, al final no cambian tanto las cosas.

Y te preguntarás por qué te cuento todo esto que ya sabes. Pero es que ayer, ver el pasaporte y ver esa visa expedida en 2012 para viajar a México, hace ya más de 4 años, me ha hecho pensar en la Andrea que era 4 años atras, en todas las cosas que han pasado desde entonces, en todo lo que he cambiado, avanzado. Y en todas las cosas que he hecho y que he logrado hacer y que hace 4 años ni siquiera imaginaba. Y no he podido evitar pensar, preguntarme, quién serás tú, quién leerá esta carta a mi yo del futuro dentro de 4 años. Donde estarás, que seudónimo usarás ahora, si estarás sola, si te habrás echado un compañero, o varios. A qué te dedicarás. Si vivirás de este blog o si siquiera existirá. Si quizás te hayas replanteado la posibilidad de ser madre o quizás hasta lo seas ya.

Yo qué sé, no sé. ¿Si supiera todo sería más fácil verdad? ¿Sabes? Hoy he visto una peli. He visto una peli en el salón, sentada en el sillón, junto a mis abuelos. Y no se qué ha pasado, pero me he puesto a llorar. Me he puesto absurdamente a llorar por una de esas pelis cualquiera que pasan en Semana Santa en la tele. Y no sé por qué, no lo entiendo. Últimamente no lloro. Hace meses que no lloro, lloraba. O al menos así, sin causa justificada.

Lápiz-nómada-blog-viajes-INFANCIA-4

La vida es rara. Siempre lo he pensado y estoy segura de que lo seguirás pensando. La vida. La vida, el tiempo y el recuerdo. La memoria, la identidad. Todas esas cosas que me obsesionan si es que se puede llamar de alguna forma. Porque no me obsesionan, no sé si lo han hecho alguna vez, pero no ahora. Aún así a ratos me generan curiosidad, o más bien desconcierto. Son muchos los conceptos que no entiendo.

Es raro hablar contigo. Supongo que llevaba demasiado sin hacerlo. A veces olvido todo lo que te necesito. Hay tanto que desaprender…

¿Seguirás fumando? ¿O habrás dejado de necesitar ya ese bastón para afrontar la realidad? ¿Recordarás aún quién habló de bastón? ¿seguirás pensando lo mismo de esa historia?

La visión de las cosas cambia mucho con el paso del tiempo. 4 años dan para muchas cosas. Ahora estarás a punto de cumplir 30 años. 30. El cambio de década, la frontera. Quién sabe cómo lo estarás llevando, qué estarás haciendo. Cómo te va a pillar la treintena. Seguro seguirás aparentando veintitantos aunque quizás tengas alguna cana más. ¿Recuerdas la primera?

Es raro como el tiempo resta valor a los momentos. Como lo que para mí hoy es todo para ti hoy no será más que el recuerdo difuso de una época y unos sentimientos que quizás ya no comprendas más. Porque olvidamos y dejamos de comprender. Nos cuadriculamos. No, nosotros no mejoramos con el tiempo o al menos no en muchos sentidos. En uno fundamental. En nuestra alma de niño, de niña. Mi niña. Porque sigo siendo mi niña y tú también sigues siendo mi niña, tu niña, aunque estoy segura que tú, como yo, la mayor parte del tiempo lo olvidas. Ojalá hayas mejorado en eso. Ojalá seas más libre contigo, pero no en toda esa libertad que buscamos antes, no. Ojalá seas más libre adentro, ojalá tenga más espacio esta niña nuestra que es la que nos hace reír pero también la que llora dentro al intentar comprender lo que no comprendemos y, sobre todo, ese daño que voluntariamente nos hacemos.

Me pregunto si recordarás también todos los buenos momentos, todas las risas, toda la gente que conoces y va pasando por tu vida. Cada momento de los viajes que has hecho, el nombre de todas esas grandes personas que has conocido, esas que ahora tengo al lado y con las que estoy compartiendo, creciendo. Esto me hace pensar que debo escribir más, anotar mejor en mis diarios cada nombre propio, cada atributo, cada historia. ¿Seguirás con esta obsesión sana de no olvidar? No lo dudo.

Hoy me alegro porque siento que a ratos lo consigo, consigo disfrutar el momento presente, dibujar la sonrisa sin pensar en nada más, dejar que los planes lleguen improvisados y desorganizados.

Me despido ya mandándote un fuerte abrazo. No te extrañes si vengo y voy, no se puede escribir algo así en un día y el espacio físico temporal está alterado, pero no importa. Yo aquí sigo mientras tanto.

Me encantas y estoy segura que te encanto, al fin y al cabo somos la misma. ¿Me guardas el secreto?

Otro abrazo,

Andre


✏︎ Anímate a escribir tu propia carta a tu yo del futuro:

¿Te ha gustado la carta a mi yo del futuro? En realidad es algo personal y si he decidido compartirla contigo es para animarte a hacer este sencillo ejercicio. Como ves no son más de un puñado de palabras que puedes escribir sin emplear mucho tiempo pero te aseguro que te servirán hoy y con el tiempo, cuando las vuelvas a leer.

Es una estupenda forma también de dedicarte hoy un poco de espacio a ti misma (o a ti mismo), para entablar de forma escrita y por tanto más consciente ese continúo diálogo que mantenemos con nosotras mismas y que no siempre controlamos. ¿Eres consciente de las palabras que empleas contigo, del mensaje que te das?

Te invito a hacer este rápido y sencillo ejercicio de reflexión:

Silencia o deja lejos el móvil o el celular, cierra el internet, las distracciones, ponte cómoda y coge boli y papel. Escribe, escríbete. Deja atrás los prejuicios, las correcciones, escribe sin releer, escribe sin juzgar, dejándote llevar. 

Puedes empezar con un querida …. o hacerlo como quieras, pero no olvides poner la fecha para que te haga ilusión cuando lo vuelvas a leer. Y sobre todo, escribe, escribe sin juzgar, escribe sin releer. Escribe y háblate. Escribe una carta a tu yo del futuro, imagina cómo serás, qué harás, dónde estarás. Piensa si te gusta lo que ves o dedícate a idealizar.

Para conseguir algo lo primero es proyectar. Así que proyecta y escribe a esa proyección de ti. Proyéctate y escríbete. El resto, es todo juego y todo magia guardada en tus palabras.

Y ya sabes, si te gusta la iniciativa o si tienes alguna amiga a la que crees que le pueda gustar, comparte o mándaselo en un mensaje. Yo te espero como siempre en los comentarios para que me cuentes si has hecho el ejercicio y qué te ha parecido o para qué te ha servido. Qué es lo qué has descubierto.

En mi caso, como te digo, me ha ayudado a poner el tiempo en perspectiva, a ver todo lo que he crecido, todo lo que he aprendido y todo lo que me he desarrollado, en solo 4 años y en este sentido, ha sido un fuerte chute de autoestima y de energía. Quién sabe todo lo que habré conseguido y crecido en solo 4 años más.

Ahora cuéntame ¿a ti para qué te ha servido?

Un abrazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario