English Lessons of Primary School and suggestions for my students.
An useful tool for students of Primary Education and family to improve their English and Spanish Language.
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jueves, 16 de enero de 2025
miércoles, 15 de enero de 2025
CUENTO DE NAVIDAD DE DAVID MUÑOZ ALCOLEA.
El Oso
Garry y la Navidad Perdida
En lo
profundo del Polo Norte, Garry, un oso polar grande y peludo, trabajaba en la
famosa fábrica de juguetes de Papá Noel. Garry no era el más hábil, pero sí el
más entusiasta. Su especialidad eran los trenes de madera, aunque sus
compañeros siempre se reían con cariño de su torpeza. A veces clavaba las
ruedas al revés o pintaba los vagones de colores equivocados, pero su corazón
estaba siempre lleno de buenas intenciones.
Un día,
mientras la fábrica bullía con la actividad frenética de la temporada, ocurrió
algo terrible: el Cristal de Alegría, que alimentaba la magia de la fábrica,
comenzó a perder su brillo. Sin él, las máquinas dejaron de funcionar y los
elfos quedaron paralizados.
Papá Noel
convocó a todos.
—El Cristal
de Alegría se apaga porque en el mundo falta espíritu navideño. Sin esa
energía, no podremos completar los regalos. Necesitamos la Estrella del
Espíritu, oculta en el Bosque de los Recuerdos, para restaurar el cristal.
Los elfos se
miraron entre sí, inquietos. El bosque era un lugar lleno de magia impredecible
y pruebas desafiantes. Nadie se ofrecía para la misión. Fue entonces cuando
Garry, con una mezcla de nervios y valentía, levantó su pata.
—¡Yo iré!
Un murmullo
recorrió la sala. Garry era conocido por su torpeza, pero su valentía era
innegable. Papá Noel sonrió y colocó una bufanda roja alrededor del cuello del
oso.
—Confío en
ti, Garry.
El Viaje al
Bosque de los Recuerdos
El camino
hacia el Bosque de los Recuerdos estaba cubierto de nieve brillante. Garry
llevaba consigo un mapa, un saco de galletas y su fe en que podía cumplir la
misión. Al llegar, el bosque lo recibió con sus árboles altos y hojas que
parecían susurrar. Aunque era hermoso, el lugar tenía algo inquietante.
La primera
prueba fueron los Charcos de la Duda. Cada vez que Garry se acercaba, las aguas
reflejaban sus errores pasados: los juguetes que arruinó, los trenes mal
pintados, los días en que tropezaba con los elfos. Una voz salía de los
charcos:
—Eres torpe,
Garry. No eres el oso indicado para esta misión.
Garry sintió
que las lágrimas querían salir, pero recordó las palabras de Papá Noel.
—Puede que
me equivoque, pero nunca me rindo.
Con
determinación, cruzó los charcos y siguió adelante.
La segunda
prueba fueron los Espejos del Olvido, que colgaban entre los árboles. Cada uno
mostraba imágenes confusas diseñadas para distraerlo: montañas de caramelos,
trenes perfectos que nunca construyó, y momentos en los que deseaba rendirse.
—No te
olvides de tu misión, Garry —se dijo a sí mismo. Cerró los ojos, pensó en los
niños esperando sus regalos, y logró avanzar.
Finalmente,
llegó al centro del bosque, donde encontró la Estrella del Espíritu flotando en
un pedestal de hielo. Su luz era cálida y reconfortante, como un abrazo. Cuando
Garry se acercó para tomarla, una voz profunda habló:
—¿Por qué
buscas mi poder?
Garry
respondió con sinceridad:
—Porque la
Navidad es importante. Es el momento en que las familias se unen, los niños
ríen y todos recuerdan lo bueno del mundo. No quiero que nadie pierda eso.
La Estrella
brilló intensamente y permitió que Garry la tomara.
El Regreso
al Polo Norte
Con la
Estrella del Espíritu en sus patas, Garry corrió de regreso a la fábrica.
Estaba cansado y cubierto de nieve, pero su corazón latía con fuerza. Al
llegar, todos los elfos lo esperaban ansiosos, junto a Papá Noel.
—¡Lo logré!
—exclamó Garry mientras colocaba la estrella junto al Cristal de Alegría.
En ese
instante, el cristal recuperó su brillo y la fábrica se llenó de luz y magia.
Las máquinas comenzaron a funcionar nuevamente, y los juguetes volvieron a
salir como por arte de magia. Los elfos vitorearon, y Papá Noel abrazó a Garry
con fuerza.
—Sabía que
podías hacerlo, amigo —dijo Papá Noel con una sonrisa.
Esa noche,
mientras Papá Noel partía en su trineo para repartir los regalos, Garry miró el
cielo estrellado y se sintió lleno de orgullo. Descubrió que, aunque era un
poco torpe, su valentía y su bondad habían salvado la Navidad.
Desde
entonces, cada año, los trenes de madera de Garry llevaban una pequeña estrella
pintada a mano, un recordatorio de que incluso
los más
torpes pueden hacer cosas extraordinarias.
martes, 14 de enero de 2025
CUENTO DE NAVIDAD DE VALERIA DE LA FUENTE PALMA.
LA NAVIDAD SOLIDARIA.
Todo comenzó la tarde del sábado dos de octubre, cuando Ana y Julia estaban jugando y viendo la televisión en la habitación de Julia Como cían muchos sábados. Mientras jugaban a maquillarse salió una noticia en la que una niña lloraba por la que las grandes inundaciones de Valencia causadas por la Dana se habían llevado todas sus cosas, parte de su casa y lo más valioso para ella, su piano. Cuando las niñas escucharon las noticias, se pusieron muy tristes. Y Ana la entendía perfectamente porque al igual que la niña, ella tocaba el piano cada día y era su afición favorita. Las dos amigas dejaron de jugar y pensaron que tenían que hacer algo, ya que la Navidad de esa niña sería muy triste sin música.
Después de pensar un rato Julia se acordó de que en casa de su abuelo, en el trastero, había un viejo piano con el que alguna vez había jugado. Rápidamente se lo contó a Ana y fueron corriendo a contárselo a la madre de Julia para ver qué le parecía la idea.
Las niñas le explicaron que podían arreglar el piano y llevárselo a ella. Y a la madre le pareció una idea fantástica. Salieron corriendo a la casa del abuelo de Julia, el abuelo Juan, le preguntaron sobre el viejo piano. El abuelo le respondió que ese piano tenía muchos años y no sabía en qué condiciones iba a estar. Los tres fueron al trastero y allí estaba el piano lleno de polvo, con muchas cajas encima, muchos rasguños y con algunas teclas que no funcionaban. Cuando Ana vio el piano y les dijo que a lo mejor su abuelo Julián les podía ayudar a arreglarlo, porque durante muchos años había trabajado en una tienda de instrumentos. Además, Julia y ella podía limpiar y barnizar el piano para que luciera como nuevo. Con todo repartido, se pusieron manos a la obra los dos abuelos y las dos niñas trabajaron juntos hasta que el piano empezó a sonar genial, que funcionará perfectamente. Pero le surgió un problema. ¿Cómo lo llevarían hasta Valencia? El abuelo Juan llamó a Óscar, el tío de Julia, que era transportista para ver si podía ayudarle. Óscar les dijo que sí, pero que como era la época de Navidad, tenía mucho trabajo y que hasta el día de Navidad que no trabajaba no podía ayudarles. La opción del Tío Óscar les pareció una idea increíble a las niñas porque estarían de vacaciones y les podría acompañar. Cuando llegaron a las vacaciones, Ana y Julia estaban nerviosas y emocionadas porque pronto entregarían su regalo. El día 24, día de Nochebuena, cenaron cada una con su familia y quedaron que por la mañana saldrían de camino a Valencia Y así fue, el día de Navidad Óscar y los abuelos en la furgoneta y Ana y Julia con sus padres y en sus coches empezaron su viaje al pueblo de la niña de la noticia. Llegaron al mediodía pero no sabían la dirección de la casa de la niña ni tampoco su nombre. Entre todos decidieron ir a la plaza del pueblo y preguntar a a gente si conocian a la niña de la noticia. Mientras preguntaban, Ana se subió a la furgoneta y no pudo resistirse a tocar una canción con el piano. Al escuchar la música, una niña se acercó a la furgoneta y cuando Ana terminó se llevó una gran sorpresa,| Era la niña de la televisión! Las dos niñas la contaron que la vieron en las noticias y que por eso estaban allí para entregarle un regalo, |Un piano! niña les dio un abrazo muy fuerte y llena de alegría se sentó al piano para tocar una canción. Muchos vecinos que estaban en la plaza se acercaron a escuchar la música y se unieron a ella con varios instrumentos y empezaron a tocar y cantar villancicos.
Alba, que así se llamaba la niña, les dio las gracias llorando de emoción porque sentía que con la solidaridad de Ana y Julia y de sus familias les habían llevado el espíritu de la Navidad.
Fin.
lunes, 13 de enero de 2025
CUENTO DE NAVIDAD DE JIMENA SANTURDE OCHOA.
LA ESTRELLA DE LOS DESEOS
En un pequeño pueblo nevado, rodeado de montañas nevadas y
pinos con escarcha, vivía una niña llamada Gala.
Su familia no tenía mucho dinero, pero siempre encontraba la
manera de llenar las fiestas de amor y alegría. Pero, ese año Gala sentía que
le faltaba algo. Su padre estaba trabajando lejos y no estaría para navidad y
su pequeño árbol parecía más triste de lo normal.
Una noche fría, mientras Gala miraba por la ventana, vio una
estrella brillante q parecía bailar desde el cielo. Era diferente a todas las
demás: más grande, más brillante, como si la estuviese llamando. Acordándose de
la historia que le contó su abuela sobre una Estrella de los Deseos, decidió
salir a buscarla.
Con una bufanda vieja, guantes con agujeros y con unas botas
viejas de su padre, Gala cruzó el bosque nevado.
El viento soplaba fuerte, pero su corazón estaba lleno de
esperanza. Mientras cruzaba el bosque, encontró un conejo tiritando de frío
debajo de un árbol. Sin dudarlo, se quitó la bufanda y lo envolvió con cuidado.
“Gracias Gala” le dijo el conejo de repente con una voz
suave y tierna. “Por tu generosidad te voy a ayudar. ¿Qué buscas en esta noche
tan fría?”
“Voy a por la Estrella de los Deseos “, respondió Gala
sorprendida. ”¿Me puedes ayudar?”.
El conejo accedió y la llevó por un prado secreto entre unos
pinos. Pronto llegaron a un sitio donde la estrella parecía estar colgada
encima de sus cabezas.
Pero antes de conseguirla apareció un ciervo herido. Gala,
sin dudarlo rompió una parte de su chaqueta y le vendó la pata. “Tu generosidad
es preciosa”, dijo el ciervo contento. “Déjame llevarte el resto del camino”.
Montada en el ciervo Gala llegó al pie de una colina donde la estrella bajó
lentamente, iluminando todo su alrededor. Entonces una voz suave habló: ”Gala
tus actos han demostrado q tienes un buen corazón. Pide el deseo que quieras”.
Sin pensarlo dos veces, Gala pidió que su padre pudiera estar con ellos en
Navidad y que todas las familias del mundo sientan alegría en esas fechas.
La estrella brilló aún más fuerte y después desapareció.
Gala estaba otra vez en su casa frente a su árbol, cuando de repente se giró y
estaba su padre mirándola, con una sonrisa en la cara y con los brazos
abiertos. ¡Papá! Gritó Gala con mucha fuerza.
Esa noche la casa de Gala estaba llena de risas, canciones,
y lo más importante, el amor.
Y aunque Gala nunca volvió a ver a la Estrella de los
Deseos, sabía que tenía que seguir siendo generosa con todo el mundo.
FIN
viernes, 27 de diciembre de 2024
CUENTO DE NAVIDAD DE RODRIGO JARONES DUVOBSKOI, NAVIDAD 2024.
LA MAGIA DE LA NAVIDAD
Érase una
vez un niño llamado Pedro. Pedro era un niño muy caprichoso, desde hacía
semanas no paraba de pedir regalos y juguetes porque se acercaba la Navidad.
Sus papás trataban de explicarle que en los sacos de los Reyes Magos no cambia
todo lo que quería pedir, por que debían llevar juguetes y regalos al resto de
niños.
Llegó el Día
de Reyes y toda la familia se reunió para celebrar juntos ese gran día. Pedro
apenas tuvo tiempo de saludarles porque se pasó toda la mañana abriendo
regalos.
Sus papás
habían escrito a los Reyes Magos pidiéndoles que le dejaran a Pedro lo que
había pedido para darle una lección. Y así, mientras sus primos jugaban y
reían, Pedro desenvolvía regalos. Al principio era divertido, pero al rato la
tristeza apareció. Tenía más juguetes que nunca, pero había sido la peor
Navidad de su vida.
De fondo
podía oír a su familia reírse mientras contaban historias. Y él se lo estaba
perdiendo todo.
Pedro
entendió que lo importante de la Navidad no son los juguetes o regalos, sino el
poder disfrutar de la familia.
FIN