LA HISTORIA DE HALLOWEEN PARA NIÑOS/ORIGEN DEL HALLOWEEN/EN ESPAÑOL
Es 31 de octubre por la noche y de repente suena el timbre de casa. Al
abrir hay que bajar la mirada, porque quienes esperan al otro lado de la puerta
no son adultos, sino niños ataviados con terroríficos disfraces. "¡Truco o trato!", exclaman antes de extender la
mano. Lo que esperan a cambio de su visita es sabido por la mayoría de la
población, a pesar de que, hasta hace unos años, Halloween no contaba con tanto
arraigo como en los países anglosajones.
Piden caramelos, piruletas, golosinas y, en definitiva,
cualquier dulce que puedan saborear de camino a la próxima casa. ¿Pero por qué?
El origen de la tradición no está del todo claro, aunque hay varias hipótesis
que pueden explicar de dónde viene.
La
hipótesis del origen celta
La celebración de Halloween tiene sus
raíces en la festividad celta conocida como Samaín, que tenía lugar a
finales de octubre. Cuando llegaba la época en que los días se volvían más
cortos y fríos, los habitantes de los actuales territorios de Irlanda, parte de
Francia y España creían que la frontera entre el mundo de los muertos y el de
los vivos se difuminaba y que los difuntos volvían a la vida.
Durante la noche del Samaín, los celtas se vestían con telas, pieles y
máscaras para ahuyentar a los espíritus. Asimismo, dejaban velas encendidas
durante la noche para guiarles en su camino hacia el inframundo y comida y
bebida fuera de sus hogares a modo de ofrenda. Se cree que fue entonces cuando
se originó la tradición del 'truco o trato', puesto que algunos celtas pudieron
acudir disfrazados a las casas de sus vecinos para pedir comida.
Esta tradición se habría mantenido durante la Edad Media. En las
zonas tradicionalmente habitadas por los pueblos celtas, se piensa que la
población hacía payasadas vestida de fantasmas, demonios y otras criaturas
maléficas a cambio de comida y bebida. Esta costumbre era conocida como mumming.
La
hipótesis del origen cristiano
Otra hipótesis
es que el 'truco o trato' se originó durante la época del cristianismo
primitivo. Esta posibilidad no es incompatible con el origen celta de la
festividad, puesto que en la Edad Media el cristianismo se extendió a las zonas
antes dominadas por los celtas y adaptó a su credo algunos de los ritos paganos
de esta civilización.
En las Islas Británicas,
la tradición del Samaín se mantuvo. En Inglaterra, se encendían hogueras y se
vestían máscaras, al tiempo que los pobres visitaban las casas de los ricos y
recibían pasteles a cambio de orar por las almas de los familiares difuntos de
los más pudientes. Esta práctica se conocía como souling y
poco a poco se fue instaurando entre los niños, que iban de puerta en puerta en
busca de comida o bebida.
En Irlanda y Escocia la tradición era parecida. Los menores
practicaban el llamado guising, que
consistía en disfrazarse e ir de casa en casa pidiendo comida. La diferencia es
que en este caso lo que se les pedía a cambia no era una oración por el alma de
los familiares, sino un 'truco', es decir, una canción, un poema o un chiste.
La
hipótesis de la tradición navideña
Otras fuentes
apuntan a que la tradición de pedir caramelos en Halloween es mucho más
reciente. Según relata la escritora y guionista Lisa Morton, autora de Trick or Treat: A History of Halloween, este
acto se remonta al siglo XVIII y habría nacido en las áreas orientales de
Estados Unidos y Canadá. Allí se practicaba el belsnickling en
Navidad, algo así como el aguinaldo típico de España, con la salvedad de que
quienes iban de casa en casa lo hacían disfrazados y ofrecían algún 'truco' a
cambio de comida o bebida.
En el siglo XIX, estos
trucos evolucionaron hacia bromas o pequeñas gamberradas que quienes iban de
casa en casa hacían pasar por obras de fantasmas o presencias sobrenaturales.
Los propietarios de las viviendas ofrecían dulces a los potenciales bromistas
como forma de proteger sus hogares. Este sería el origen del 'truco o trato',
de acuerdo con Morton.
Un
'boom' interrumpido por la Segunda Guerra Mundial
Sea como sea, lo cierto es
que el punto álgido del 'truco o trato' llegó en el siglo XX. A pesar de que
los inmigrantes irlandeses y escoceses de Estados Unidos trataron de recuperar
el carácter trascendental del antiguo Samaín, las trastadas ganaban cada vez
más peso como actividad preferida de los jóvenes durante el 31 de octubre.
La Gran Depresión elevó la magnitud de 'trucos' a un nivel
peligroso, puesto que lo que hasta entonces eran inocentes bromas se
conviertieron en vandalismo y episodios esporádicos de agresiones físicas.
Tanto fue así que algunas teorías sostienen que esa violencia se absorbió
mediante la adopción generalizada de la tradición del 'truco o trato' en la
década de los 30.
La tendencia cambió
abruptamente con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando el
racionamiento de azúcar se tradujo en la falta de golosinas para repartir a los
pequeños. Tras el final del conflicto, el 'truco o trato' se recuperó,
convirtiéndose en una práctica estandarizada en todas las ciudades del país.
Con la llegada de la globalización, la tradición se extendió a gran parte del
mundo.
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