LA NAVIDAD Y LA SOMBRASCURA.
Érase una vez, en un pueblo de Toledo, Naviluz en el que existía un castillo de cristal. En él habitaba
una gran reina llamada Carmen, era humilde, justa y muy bella. Todo el mundo la
quería y la admiraba.
Tanto a la reina Carmen, como a todo el pueblo, le encantaba
la Navidad, era una época de felicidad, de ilusión y armonía. Todos los años el
pueblo se reunía en la plaza, para poner un gran árbol y un bonito belén.
En el pueblo había un hombre que se llamaba Carlos y que
odiaba la Navidad. Aquel hombre vivía solo, odiaba cantar y a los niños.
Este año todo iba normal, el pueblo se reunió en la plaza y pusieron
el árbol y el belén. Carlos no acudió a la plaza (como era habitual), pero aquel
día tuvo una idea. Carlos dijo:
-Ja, ja, ja, ja, inventaré una gran sombra y allá por donde pase estará la gente triste y deprimida
como yo y se llamará Sombrascura ¡ja, ja, ja, ja!
Cinco días antes de la Navidad la Sombrascura ya estaba
lista. La Sombrascura era como un ser vivo que se iba
trasladando de un lugar a otro. Carlos
primero soltó la Sombrascura a tres kilómetros del palacio de la reina Carmen.
La reina Carmen se dio cuenta de que algo ocurría en el pueblo.
La población estaba cada vez más triste y la reina Carmen,
(que era muy inteligente) se dio cuenta de que era a causa de la Sombrascura.
Enseguida le envió una carta a Juan, un hombre fiel, y la reina sabía que podía
confiar en él. Cuando Juan recibió la carta vio que su pueblo le necesitaba. Enseguida,
Juan fue al castillo de cristal para hablar con la reina Carmen.
Juan dijo a la reina :
-Reina Carmen, creo que no estoy preparado para combatir a la
Sombrascura.
La reina contestó: -Yo confío en ti, por eso te he mandado la
carta.
Juan responde:
- Bueno, si tú confías, lo intentaré.
La reina:
- Muchas gracias Juan.
Juan:
-Pero ¿Cómo lo haré?
La reina le explica: Tendrás que ir a casa del sabio
Alejandro, él te lo explicará todo.
Seguidamente, Juan se dirigió a casa del sabio Alejandro.
Allí estaba Alejandro, el joven más sabio de toda la provincia de Toledo. Juan
le explicó la situación y Alejandro le dijo lo siguiente:
-La Sombrascura es muy
difícil de vencer. Para ello, tendrás que arrojar el brazalete de piedra al
cráter del volcán de “las Aventuras “, de esta manera todo el mal desaparecerá
de todo el mundo.
Para ello primero tendrás que ir a “Tierra Aventura”. Cuando
estés allí tendrás que atravesar: el foso de las brujas, la valla de las
serpientes y el bosque de las calaveras. Será muy complicado superarlas, para
ello te entrego el brazalete de cristal, llévalo siempre contigo y no te pasará
nada, pero ten cuidado, si cae en malas manos puede formar una gran catástrofe.
Juan contesta:
-Vale, así lo haré, es una misión compleja. Hoy por la noche,
partiré rumbo a Tierra Aventura.
Esa misma noche, Juan partió rumbo a Tierra Aventura. Después
de un tiempo, Juan llegó a Tierra
Aventura. La primera prueba era un gran
hoyo, que en su interior contenía ¡un montón de brujas!.
Juan (que era muy astuto)
pensó:
-Más vale maña que fuerza. Para superar esta prueba iré
rápidamente por aquel lado que no hay ninguna bruja.
Entonces Juan se dirigió a aquel lado del foso. Dio un gran
salto y sorteó el gran foso librándose de las brujas. A continuación Juan vio
una gran valla repleta de serpientes. Juan enseguida tuvo una idea.
Él pensó:
-Esta prueba es muy peligrosa, ya que las serpientes son
venenosas .Juan se quedó un rato observando la valla y vio un pequeño agujero,
por el que quizás podría caber.
A continuación Juan comenzó a meterse rápidamente por el agujero para atravesar la valla ¡casi
le pica una serpiente! , pero como eso no ocurrió, Juan pudo continuar su
viaje.
Seguidamente Juan apareció en un frondoso bosque, en cada
arbusto había una calavera y en cuanto las calaveras le vieron, todas fueron
tras él.En este caso Juan no tenía mucho tiempo para pensar, pero Juan tuvo
una idea, él pensó:
-Las calaveras no saben trepar pero yo sí, así que treparé a
un árbol e iré saltando de un árbol a otro.
Y así lo hizo escaló el primer árbol y saltando de un árbol a
otro atravesó todo el bosque de las calaveras.
Al fin, ¡Juan ya
estaba a los pies del volcán Aventura!
Pero, aún faltaba escalarlo, menos mal que Juan siempre
llevaba un equipo de escalada. Juan sacó de la mochila el equipo de escalada.
Y, gracias a que siempre estaba preparado Juan pudo escalar el volcán de las
Aventuras.
Juan se dispuso a
tirar el brazalete de piedra a la boca del volcán cuando vio a la hermana
malvada de la reina Carmen, que se llamaba Irene, ella tenía poderes mágicos.
Entonces Juan recordó que el sabio Alejandro le había entregado el brazalete de
cristal.
Juan sacó de su mochila el brazalete de cristal y recitó las
palabras mágicas: VIVE LA NAVIDAD CON LUZ y detuvo a Irene.
De esta forma Juan ya pudo arrojar el brazalete de piedra al
cráter del volcán de las Aventuras.
Así la magia de la Navidad volvió a cada uno de los hogares
de Naviluz.
FIN
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